Hoy no escribo yo, hoy es M. quien nos relata su día a día laboral. Que lo disfrutéis tanto como yo. Gracias M.
Hola a todas. Hace unos días, Vero me sugirió que explicara cómo era trabajar rodeada de hombres. Pues aquí va el intento de mi pequeño relato, de cómo sobrevivo día a día en medio de una selva de machitos, gallitos y otras especies similares.
Yo trabajo en una empresa privada donde el 85 o 90% de los “colaboradores” son hombres. La verdad es q en ese aspecto soy muy afortunada pq entré aquí recién terminada la carrera (Filología Inglesa). Del primer departamento donde estuve no hay mucho q contar referente al tema q nos ocupa, simplemente q me hizo madurar como currante, sí, yo diría eso, y de tonta inocente pasé a medio tonta. Ya os podéis imaginar por dónde van los tiros. Entonces, de repente, cuando menos me lo esperaba, salió una vacante q me interesó mucho y, junto con media empresa, me presenté Y LA GANÉ!! Alucinante. Aquí empieza el viaje q nos ocupa. Era la primera vez que una chica, UNA MUJER, se sentaba en esta silla, en la de Encargada de Almacén. Todo un reto. Si ya en la fábrica sólo se veían hombres, en mi micro-mundo laboral, era la repera pq tenía un compañero y cuatro chicos más a mi cargo. Pasé por la etapa en que los machotes del entorno decían: “¿Quién es? ¿Habéis visto a la nueva jefa? ¿Está soltera?”. Pero poco a poco, día a día, me gané el respeto y el cariño de mis compis de Almacén. Yo los cuido, los protejo e intento ser lo más justa y buena posible con ellos. Y me veo recompensada. Esta gran relación me ha ayudado mucho cuando las cosas se han vuelto complicaditas, como pasa en todo trabajo. Soy su jefa, sí, pero también me protegen, me tienen muy mimadita... Son un cielo. Aunque de las puertas de mi micro-mundo hacia fuera, hacia el resto de la plantilla, aún tengo q soportar miradas de hombres escudriñándome de arriba abajo (especialmente cuando voy con un poco de escote, una falda o un vestido más cortos de lo habitual), me siguen saliendo “admiradores” de las piedras (q ya se podrían parecer más a Keanu Reeves, digo yo!!) y cosas por el estilo. Es como si nunca en su vida hubieran visto a una mujer (muchas veces tengo esa sensación...).
Aunque no todo es tan bonito ni tan divertido. Dejando de lado q estoy muy contenta con mis estudios y con mi puesto de trabajo, también es verdad q he tenido q demostrar lo que valgo mucho más que un hombre. Y para muestra un botón: hace 6 años que me tienen q subir la categoría a la del señor q ocupaba mi puesto antes q yo, q no hacía la mitad del trabajo q yo hago y q no tenía ningún estudio (con todos mis respetos hacia él). No pido imposibles: sólo reclamo lo q considero q es mío y q aún no me han dado. ¿Y sabéis qué? Sólo consigo largas y más largas... ¿La última? Este año han valorado mejor a mi suplente, a quien he estado ayudando, recomendando y formando desde mi baja por maternidad, q a mí, q he creado este puesto sin ayuda y prácticamente desde cero. Pero claro: él es un hombre, yo una mujer; él es ingeniero, yo filóloga (con un amplio currículum, idiomas, sí, pero filóloga al fin y al cabo); y yo soy madre... Conclusión: no se puede ser mujer en un mundo de hombres, mucho menos haber estudiado una carrera de Humanidades y, por el amor de Dios, ¿cómo se me ha ocurrido tener un hijo????? Pero, por favor, quedaros con esto: no cambiaría mis estudios por nada del mundo ni renunciaría a mi condición de madre por ninguna carrera laboral pq mi hijo es lo más maravilloso que me ha pasado en esta vida. Si esta sociedad sigue siendo machista y no valora a la mujer como se lo merece, que le dén! Tenemos q seguir luchando, sí, diariamente, pasito a pasito, pero sin perder de vista lo q realmente vale la pena. Y algún día, la mujer futura se verá recompensada, de eso estoy segura! Besitos, Ladies!!!
Por M, escrito para este elblogdeveronicabkm.blogspot.com
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