Con Verónica solían encontrar pocos adjetivos, así que utilizaban frases como 'Verónica toca la armónica', o incluso alguno se quería hacer el listillo con frases como 'Verónica toca la filarmónica'.
Un día, el que debía ser el nieto de algún académico de la R.A.E, una vez me dijo: 'Verónica macarrónica'. Por entonces, a mí ese 'palabro' me recordaba a comida, por lo que gritaba: 'Esa palabra no existe' y los demás niños se reían del pobre infeliz, que incluso se justificaba diciendo qué quería decir, no dejaba de ser un ejemplo más en el que la ignorancia gana a la sabiduría por mayoría absoluta.
Un día, para venganza de mi archienemigo macarrónico, me quedé sin voz, y fue aquél día en el que se vengó cantando sin parar 'Verónica está afónica', mientras los otros niños se reían cruelmente de que no pudiera articular palabra a falta de sonido que saliera por mi boca.
Hoy, vuelvo a estar afónica. Y os puedo asegurar que es mucho mejor que estar malencónica, neumónica o catatónica, pero es inevitable que a cada nueva afonía me acuerde de aquel día.
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Si sólo querías pasar a saludarme, deja tu mensaje después de la señal ;o)
Un saludo,
Verónica la afónica
para El blog de Verónica & Bokamanga.com
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