Abres los ojos un día y te das cuenta que esa no es la vida que deseas llevar. Que el amor debe ser otra cosa, y que en cualquier caso, si eso es el amor, no lo quieres contigo. Abres una maleta, la llenas de ropa, y te vas.
Hasta ese momento las excusas habían sido muchas: los hijos, en el fondo no es mala persona, el dinero, la familia, nunca te ha pegado, el estatus social, la soledad... Pero por alguna extraña razón la chispa ha llegado a tu rutina en forma de autoestima o de la realidad más absoluta: vida no hay más que una.
A tu alrededor pocos te darán la mano. Muchos porque no saben cómo actuar, otros porque no quieren hacerlo y la mayoría porque ni siquiera se ha dado cuenta de la tristeza que escondes. Pero me apuesto un riñón que si les preguntas, te contestarán que el trato vejatorio, las amenazas, la agresividad y la órdenes no son, ni deben ser, el día a día de la pareja.
Que tú no le perteneces a nadie, ni siquiera en parte. Y que la soledad más dura es la que estás vives cuando te maltratan, de un modo u otro.
Y ahora, que ya has hecho la maleta, cierra de un portazo la puerta y no la abras jamás.
Lo que está por venir, te puedo asegurar que es la LIBERTAD más absoluta.
Dedicado a ti, a alguien que dejé atrás hace mucho tiempo, y a todas y todos aquell@s que estén abriendo la maleta.
Nadie se merece el maltrato. Nadie.
Por Verónica Mar dependienta online Bokamanga.com. ¿Te ha gustado?
Por supuesto, no es una opción ni es amor.
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