Todo comenzó cuando decidí ir al cine.
Me dije ''irás al cine sin ningún plan y verás cualquier película sola con un gran bol de palomitas sobre la falda, no vale mirar antes las pelis, llegarás y decidirás''
Me dije ''te harás fotos de los zapatos de todo tu recorrido, desde que esperas al tranvía hasta que estés en el cine y con suerte tendrás material para un post''.
Y me hice una foto esperando al tranvía junto a la papelera más cercana:
Y dentro del tranvía, luciendo de nuevo mis preciosos y baratísimos zapatos:
Para deshacer lo andado porque resulta que para cuando llegas al cine todas las pelis están empezadas.
Si al menos hubiera mirado el horario de las sesiones en lugar de improvisar tanto.
Y me dije '' pues que nadie te estropee tu tarde romántica contigo misma, pasearás hasta cansarte''
Hasta que un minuto después va y se te suicida el zapato que tanto habías fotografiado.
Así que hice aquello que cualquier mujer de recursos debe hacer en estos casos. No, no es dejar de caminar. No, no es volverse a casa. No, no es intentar disimular que caminas cómo un pato por culpa del zapato. No, no es preocuparse por el dolor de espalda, lumbago, ciática o vete a saber el sufrimiento que te acontecerá mañana por forzar el paso. No, no es nada de éso.
Si consultas el manual de la mujer en la página 89635 verás qué es lo que debe hacer una mujer en caso de urgencia, sea la sea. Y lo indica en letra negrita y bien claro....
COMPRARSE UNOS ZAPATOS
Pues ea! Yo el manual, al pie de la letra. |
Por Verónica Mar dependienta online Bokamanga.com.
¿Te ha gustado?
Por supuesto, sin que importen las consecuencias. Ja, ja.
ResponderEliminarjajaja, Veronica! Me has encantado!
ResponderEliminarMuy bueno!!! Vaya tarde de cine la tuya!!
ResponderEliminarJaja y muy chulos los zapatos!!!
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