Resulta que mi americano es como yo, desgasta el zapato derecho más que el izquierdo y no le sienta bien el calzado barato.
Así que nos hemos ido a una zapatería especializada dispuesta a darle el capricho a mi yanki.
Él quería los caros, y yo, al ver el precio, le sonreía de forma incómoda preguntándole si no sería feliz con algo más barato. Ha gando él. 180€ el par, y aún gracias porque mi Ford, tiene 4 patas.
Y así ha versado la corta discusión con el mecánico.
-¡¡¡Pero qué zapatos más caros!!! ¿Y en esto no hay rebajas? Mire que a mi no me importa volver en julio.
- ¡Pero señora! Es por su seguridad, no puede ir con esos neumáticos.
- Más inseguro es ir descalzo, que vete tu a saber qué te puedes clavar, y en vista del precio, mucho me temo que me va a tocar ir descalza todo el verano.
Y tras esa corta charla, he abierto mi lista negra y he añadido una nueva profesión a las ''non gratas''.
Pssst: Mis queridos informáticos y contables estoy convencida que sabrán entender la ironía.
Por Verónica Mar dependienta online Bokamanga.com. ¿Te ha gustado?
Si lo hace por tu seguridad, mujer.
ResponderEliminarBesos