Y la buganvilla en ciernes

Estamos a septiembre y la buganvilla vuelve a florecer, si es que en algún momento dejó de hacerlo. Y es que el calor, este verano, no ha llegado a desnudarla. Parece ser que la estación más calurosa, llegó tarde y con prisas, incluso podría decirse que con malhumor. Por éso, resulta extraño entender que, a pesar del bochorno, por esta parte de la península, vamos directos al otoño, sin frenos ni marcha atrás. 

Quizá, el ajetreo rutinario de los coches, los transeúntes por las calles, la lluvia de estos días y los nuevos propósitos nos ponen en evidencia que se va acabando el tiempo del tapeo en las terrazas, usar sandalias, o hacer castillos de arena en la orilla del mar.
Pronto, estaremos inmersos en nuestros estudios, trabajos, y vida cotidiana. Emprenderemos proyectos de un tipo u otro, tapados con mantas, con el deleite de una taza caliente entre las manos y con calcetines envolviéndonos los pies. 
A mí, esta sensación de que llega la estación otoñal me resulta plácida y conmovedora. Y aprovecho estos días en los que, aún es agradable sentarse en el suelo e inventar un nuevo proyecto, por pequeño e insignificante que sea, como comprar una cómoda en Ikea, por sólo 45€.

Me encanta esta época del año.

¡Hasta mañana!


Escrito por Verónica Mar de Bokamanga.com.
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1 comentario:

  1. Que maravilla de blog!!! me encanta tu visión de la moda, unos estilismos perfectos =)) y muy buena la calidad de las fotografías.
    Un abrazo de http://ohlalayetc.blogspot.com/

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