La buganvilla en lugar del habitual fucsia veraniego viste un renovado color naranja, como si hubiese realizado el famoso cambio de armario. Y así se ha despertado en esta fresca mañana de verano, con una belleza singular, como nos ocurre a las mujeres con el cambio de temporada.
¿O no es cierto que cuando llega el primer ''día otoñal oficial'' las mujeres vamos con una extraña luz al trabajo, a nuestra rutina o a nuestros estudios?
¿O no es cierto que cuando llega el primer ''día otoñal oficial'' las mujeres vamos con una extraña luz al trabajo, a nuestra rutina o a nuestros estudios?
Me pregunto si los hombres se darán cuenta de este peculiar día de belleza femenina otoñal ¿O sólo se dan cuenta de cuando en primavera nos quitamos ropa y enseñamos más?
No obstante, y a pesar de que ayer fue el primer día otoñal oficial de este año en Barcelona y me considero una fan incondicional de esta estación (por introspectivo e inspiracional), hoy me he vestido de azul, con un vestido típico del verano y las sandalias rojas, y he desayunado en una terraza.
No, no es que me haya dado por hacerle un homenaje al verano, si no que, entre picnics y tapas, y debido también en parte a mi calidad de mujer desastre, aún no he hecho el tradicional cambio de armario.
Y aquí estoy repitiendo look, y jubilando a las sandalias rojas ¡Snif, snif!
¿Te ha gustado?
el final del verano..suena a Chanquete!!
ResponderEliminarExtraña luz femenina? No esperes mucho de nosotros!!
Sandler.