Ilustración del gran Gruau |
En días de lluvia, los gatos de la zona donde trabajo suelen resguardarse en el porche de una pequeña casa abandonada que se ve desde mi ventana. Los felinos, obligados a compartir tan pequeño espacio, se regalan maullidos, gruñidos y más de un arañazo por la espalda. El batalla es fácil, expulsar a la competencia y agenciarse el rincón más alejado del agua.
¡¡Mira que nos parecemos los humanos a los gatos!!
Pssst! No te olvides del sorteo de hoy a las 17h y llévate el gato al agua ;)
Jajaja, a los gatos se parecen mucho mis compis de curro, especialmente a los gatos que no se quieren mojar.
ResponderEliminarTu blog me gusta Vero.
Bss!
Alma